¿ QUE HAGO YO EN MASONERÍA ?

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¿ QUE HAGO YO EN MASONERÍA ?

Existen colectivos, sectores, instituciones, ideologías o personas quienes, desde hace muchos años, por desconocimiento o ignorancia mantienen una mala prensa, hasta llegar a falsear las intenciones y acusando a la masonería de ser la causante de muchos de los males que aquejan el mundo.

Con una injustificada mala imagen sobresale como Sociedad discreta que no secreta, la masonería a la que a veces hasta acusan de ser una “Secta”. Pero no hay que olvidar que “Secta” proviene de “Sección” y de “Seguimiento”, es decir, personas que se unen con determinados objetivos comunes.

Y sabiendo esto surge la pregunta: ¿Por qué la mayoría de la gente es más propensa a creer la mentira que hacer averiguaciones sobre la verdad? Este, es un defecto generalizado de nuestra época, porque nuestras vidas están llenas de mentiras y falsedades que se dan por verdades. Por eso habrá que estar de acuerdo con el gran Einstein cuando dijo que: “es más fácil creer que pensar, por eso hay tantos creyentes”.

Pero hablemos un poco de algunas razones y del porqué la masonería sigue atrayendo a parte de la Sociedad. Con carácter general, las personas de hoy en día no tiene el mismo sentido de pertenencia a un “grupo o colectivo” que tenían nuestros padres o abuelos, debido al desgaste al que se ven sometidas algunas Instituciones, clubes sociales. Con este panorama, no es de extrañar que una sociedad bien asentada como la Masonería atraiga a muchos con sus símbolos, tradiciones, caminos y enseñanzas. Y algunos motivos de mi pertenencia son:

• Porque a menudo, los rituales masónicos dan la “satisfacción de compartir algo propio y profundo con otras personas”.
• Porque se trata de un viaje personal, una búsqueda.
• Porque la curiosidad no siempre se puede explicar racionalmente.
• Porque como persona, poco a poco se va consiguiendo la seguridad de la que al principio se carece.
• Porque se aprende a determinar el grado de tolerancia que se tiene.
• Porque se aprende a determinar la ética personal que se posee.
• Porque se aprende a conocer y a detectar el potencial de las personas
• Porque se aprende a cultivar el espíritu de comunidad.
• Porque permite conectar con personas con las que compartir deseos similares.
• Porque se aprende a convivir con edades, orígenes sociales, estudios y niveles intelectuales muy diferentes.
• Porque, aunque se piense que no se tiene nada que aportar. Siempre hay una idea que compartir o un nuevo punto de vista que descubrir.
• Porque se llega a entender que la Logia se compone de las conductas, gustos y modo de vida de cada uno de los integrantes.
• Porque en masonería todo el mundo debe respetar “las reglas del juego”.
• Porque se logra tener cierto grado de intimidad espiritual con los Hermanos.
• Porque se logra aprender a dejar los problemas fuera de la Logia.
• Porque en cierto modo cambia el estilo de vida, los objetivos, orden de preferencias y los intereses.
• Porque se siguen teniendo las mismas amistades, sólo que se hacen cosas distintas a las que se hacían antes.
• Porque los pequeños matices desaparecen en la Logia. Respetando las diferencias de los demás.

En definitiva. Se mueven otros deseos, deseos que aportan serenidad. Y lo dicho sólo forma parte de algunos de los valores masónicos que se han de practicar.

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