¿Lo habéis notado? Nuestra mente nos engaña y lo hace casi a diario

Visitas: 26

Pensamos o creemos que la realidad es lo que vemos, pero normalmente no es así. Sólo vemos una parte de esa realidad, no toda y además nuestra mente interpreta aquello que vemos de una determinada manera. Por eso debe ser que hay tantas realidades como personas, porque cada uno de nosotros tiene la suya. Una realidad que se cree que es la única y correcta. Pero realidad es que es parcial y no del todo cierta.

Podría decirse que el Autoengaño es el Arte de mentirse a uno mismo. Pero hay diferencia entre mentira y autoengaño, mientras que con la mentira solemos ser conscientes de ella, del autoengaño no. Pues aceptamos como verdad una realidad que es falsa, pero sin tener consciencia de ello.

Y cabe preguntarse entonces ¿cuáles son los autoengaños más frecuentes?

A menudo pensamos que controlamos, nos pasamos la vida controlando todo: el orden en la casa, en el trabajo, la vida de los “niños”, los fines de semana, el ocio, en fin, todo. Es más, creemos que si hacemos las cosas bien… el resultado será bueno y que si hacemos las cosas mal… el resultado será malo. Pero no siempre es así. Reconozcámoslo, debajo de esta necesidad de control se esconde el miedo que se siente a la inseguridad.

A menudo creemos que: “Esto no me va a pasar a mí” Es como una sensación de inmunidad que va muy bien para vivir tranquilos . Estaremos de acuerdo en que no se trata de pasarnos todo el día preocupados por lo que nos puede suceder, pero lo que tampoco podemos hacer es vivir despreocupados. Se trata de tomar conciencia de que “ese algo” nos puede pasar, aunque ahora mismo no nos pase. Y valorar lo que tenemos, porque no lo tendremos siempre.

Vivimos pensando que nos queda mucho para morir, pero realmente nadie sabe ni cómo ni cuándo morirá. Debemos aceptar la muerte como parte de la vida, nuestra mente ha decidido usar este autoengaño para vivir sin pensar en morir.

La ley del mínimo esfuerzo es una ley que reside en nuestra mente. Sea por pereza o para ahorrar energía. Es la ley que nos mantiene en nuestra zona de confort aun cuando ha dejado de ser confortable desde hace mucho tiempo.

A veces, sólo vemos lo que queremos ver. Elegimos aquello que creemos que es más importante para uno. Por eso es imprescindible y es bueno escuchar a los demás, para que nos den otra visión del mundo distinta a la nuestra e integrarla como parte de la verdad.

¡Cómo nos cuesta admitir nuestros propios errores! . Si tomamos una decisión, nos cuesta admitir que algo no lo hemos hecho bien o que la decisión que tomé no fue la correcta. Y nos autoengañamos autoconvenciéndonos de lo contrario, de que hemos hecho lo correcto.

Sin duda hay más autoengaños, pero acabaré con el más extendido. La culpa siempre la tienen los demás. ¿Acaso el responsable de nuestra vida somos nosotros mismos? Nuestra mente quiere que estemos bien y por eso nos dice: no has sido tú, ha sido el otro. Pero esto nos lleva de cabeza al fracaso. Porque si el otro es el culpable o responsable, uno no puede hacer nada para cambiar la situación. Y así al Culpar al otro nos justifica ser inmovilista.

Webre

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Translate »