LAS INICIACIONES EN LOS TEMPLOS ANTIGUOS.

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LAS INICIACIONES EN LOS TEMPLOS ANTIGUOS.  

La Iniciación, es una palabra que indica emprender o empezar una enseñanza, en definitiva, Iniciar un camino. También es un término usado para designar la admisión de alguien dentro de
los “misterios” de una Orden Iniciática.

Desde tiempos remotos, las Órdenes Iniciáticas vienen realizando por medio de las Iniciaciones o ceremonias preparatorias, que consistían, y aún consisten en la observación y calificación del Talento, el Valor y la Discreción de los candidatos. En hacerles comprender que las ciencias exotéricas y esotéricas, sólo se adquieren por medio de la investigación, la constancia y el trabajo. Puesto que sus enseñanzas, se imparten tomando como base los tres principios fundamentales de la verdad, es decir la Verdad ficticia o aparente, la verdad relativa o la que nos convence, y la verdad positiva o la que nos desengaña.

Históricamente, diré que las Iniciaciones tuvieron su origen, según las opiniones más autorizadas, cien mil años antes de nuestra Era. La Ciudad de Baalbek, antigua Heliópolis y actual Líbano, fue el centro de las antiguas iniciaciones místicas, así como Jerusalén y Roma, lo fueron de la Religión judaica y la cristiana, respectivamente; por lo tanto, no fue Zoroastro, el fundador de la Iniciación Persa, sino su Reformador, unos dos mil cien años antes de Cristo.

Desde la antigüedad hasta nuestros tiempos, se han venido efectuando las Iniciaciones, de los hombres que han venido demostrando, merecer esa distinción. Pero ¿Cómo eran?

Las iniciaciones primitivas tuvieron lugar entre los Persas, los Brahmanes, los Egipcios, los Griegos, etcétera, estas ceremonias, usualmente, eran de carácter fúnebre, se celebraba y/o se rendía culto a algún Ser Querido por sus Virtudes. Pero otras veces, estas Iniciaciones, eran estrictamente educativas dentro de los Misterios de las Ciencias, los Derechos de los pueblos o las enseñanzas de las Artes, bajo un régimen de discreción, subordinación y disciplina. El candidato pasaba por una serie de pruebas que variaban entre sí, de carácter y severidad.

Estas ceremonias, por lo general, se verificaban durante la obscuridad de la noche y con frecuencia, dentro de lóbregos e impenetrables bosques, o de cuevas y subterráneos en forma de laberintos protegidos de la Indiscreción profana. Pero la iniciación completa no se daba por terminada a pesar del constante peligro y tanto trabajo; sino, hasta que el aspirante demostraba estar purificado por nuevos sentimientos, y daba las seguridades de una discreción a toda prueba, sólo entonces recibía la Luz de las ciencias que tenía por objeto encontrar la verdad. Por eso las enseñanzas sólo se daban a conocer a los que superaban las Pruebas y daban la seguridad de poder aprender a obedecer y sacrificarse por el bien común.

Los Magos, Druidas, Hierofantes y Sacerdotes. Vivían, en lugares apartados y secretos, sólo por ellos conocidos. Tuvieron gran renombre y reputación, por sus descubrimientos en Física, Química, Mecánica y Astronomía, su educación dentro de las buenas costumbres, sus Virtudes y su Gran Moralidad, así como sus avanzados conocimientos en materia de legislación e ideas humanistas. Como resultado de dichas actividades, aquellos hombres fueron objeto de constantes persecuciones, por lo que vieron la necesidad de impartir sus doctrinas y enseñanzas científicas, con todas las precauciones, lo cual llevaron a efecto; dándolas a conocer por medio de la Iniciación, o sea únicamente a quienes eran merecedores de ello.

Estas iniciaciones, estaban unidas a una solemnidad impresionante y después de hacer pasar al Candidato, por un sinfín de pruebas terroríficas, se le transportaba a otro medio, en el que se
veía rodeado de belleza y sensualidad, en donde oía dulces cánticos entre música y bailes; de este modo, los Aspirantes eran observados detenidamente para estudiarles sus impresiones, calcular su imaginación y calificar los sentimientos de su corazón, por eso los excitaban primero por medio del terror, del dolor y la tristeza, para después hacerlos observar bajo la impresión de la calma, el placer y la alegría.

Probado en esta forma el temple y carácter de los Iniciados, se procedía a instruirlos en sus obligaciones y derechos, para después enseñarles el esoterismo de las materias, cuyo estudio tenía que observarse por medio de Reglamentos y Leyes rígidas y terribles. Después se pasaba a prestar los Juramentos de Discreción, de manera solemne y dura, en el concepto, de que el traidor a los Juramentos era considerado un Sacrílego, cuyo castigo era la muerte inmediata.

Por lo que respecta a las Iniciaciones actualmente, no cabe duda de que son una representación de lo que fueron en la Antigüedad, pero marcando la impronta. Puesto que solamente el transcurso de los siglos y el adelanto progresista de la civilización humana, han venido adecuando las pruebas materiales y terribles por otras científicas, simbólicas de aquellas; y que, en la actualidad, se reducen a la parte moral, espiritual, e intelectual, pero que, de cualquiera manera, nos recuerdan a las que pasaron nuestros antiguos Iniciados en los Templos iniciáticos.

 

 

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